Mamá desobediente, o la necesidad de politizar la maternidad

Una reseña del libro ‘Mamá desobediente’

Cristina Domínguez | Librópatas

Durante siglos, ser madre se entendió como el destino natural de toda mujer. No tener hijos era, en el mejor de los casos, una desgracia. No querer tenerlos, una aberración. En la actualidad, se supone que las mujeres somos libres de elegir si deseamos tener o no descendencia, pero… ¿podemos elegir también cómo queremos vivir esa experiencia?

Mamá desobediente es un libro de  la periodista Esther Vivas que defiende el derecho de las mujeres a experimentar libremente su embarazo, el parto y la crianza, algo prácticamente imposible en una sociedad que infantiliza a las gestantes, patologiza a las parturientas y enfrenta a las madres a una disyuntiva de servir o bien al capital o bien al patriarcado (y habitualmente, a ambos a la vez). Es por eso que lo que plantea, más allá de juzgar las decisiones que toma cada madre –que es lo que se suele hacer-,  es juzgar la sociedad que tenemos para poder cambiarla. Porque “para que otra maternidad sea posible, otro modelo de sociedad es necesario”.

Lo hace desde una visión feminista, a pesar de que el feminismo ha tenido con la noción de maternidad una relación a menudo tirante. Sin embargo, la visibilidad de este movimiento está ahora propiciando un aumento del número de libros que tratan tanto la maternidad como la no maternidad. Como la propia autora explica “el auge del movimiento feminista ha sacado del armario toda una serie de temas vinculados a la experiencia de las mujeres que hasta hace muy poco tiempo eran invisibles o estaban silenciados”.

Su libro, un ensayo exhaustivo, pero no por ello árido, se estructura en tres partes. En la primera, hace un repaso de la imagen de la maternidad en distintos momentos de la historia (del ángel del hogar a la superwoman), reflexionando también sobre cómo la teoría feminista ha abordado dichos conceptos. En la segunda, indaga sobre la violencia obstétrica, aún hoy, frecuentemente negada. En la tercera, se pregunta a quién ha beneficiado la popularización del biberón.

A través de su lectura, se plantean numerosas preguntas que no tienen una respuesta sencilla, y quedan patente las fuerzas a las que debe enfrentarse toda madre. ¿Es mejor volver al trabajo a los 3 meses y pasar 10 horas al día sin ver al bebé o reducir la jornada poniendo en jaque tu carrera? ¿Es preferible exigir tus derechos en la sala de partos y que te amenacen o te traten con desprecio, o confiar en el buen hacer de los profesionales y arriesgarte a estar incómoda durante el nacimiento de tu hijo? ¿Por qué todas las matronas te insisten en las bondades de la teta hasta que pares, y después las enfermeras se empeñan en ofrecerte leche de fórmula cada dos por tres? Inquietudes que suelen poner  el foco en las decisiones individuales, en lugar de en el contexto socio-económico que rodea a esas decisiones, lo que la autora define como “una sociedad hostil a la maternidad”. Una sociedad que dificulta a las mujeres que lo desean el poder ejercer como madres.

Propone por lo tanto politizar la maternidad y reconocer su papel en el seno de la sociedad. Algo para lo que habría que implicar a toda la sociedad. Pero, ¿leemos los libros sobre maternidad alguien más que las que ya somos o pensamos ser madres? Vivas se muestra más optimista que yo: “Tal vez ésta pueda ser la percepción, pero la realidad con la que me he encontrado con la publicación de mi libro es que no solo lo leen mujeres embarazadas o madres primerizas sino también muchas chicas jóvenes que les interesa esta mirada feminista a la maternidad que planteo en la obra, y más de una me ha dicho que primero se lo ha leído ella y después se lo ha pasado a su madre. También, en el caso concreto de Mamá desobediente, al abordar temas como la violencia obstétrica o la lactancia materna, me he encontrado con muchos profesionales que trabajan en la atención a las mujeres en el embarazo y el parto que lo han adquirido, desde comadronas pasando por obstétras hasta psicólogas, asesoras en lactancia materna, embriólogas o doulas, la mayoría, eso sí, mujeres”.

‘Mamá desobediente’ está editado por Capitán Swing.

Email
Whatsapp
Telegram
Instagram
Facebook
Twitter
TikTok
LinkedIn
Cart Overview