El Observador
“Parece incompatible ser madre y feminista, pues la maternidad carga con una pesada mochila de abnegación, dependencia y culpa”, escribe la periodista española Esther Vivas en las primeras páginas de su libro Mamá desobediente que, en efecto, propone repensar la maternidad en clave feminista.
La autora entiende que, si bien la maternidad dejó de ser un destino único para las mujeres, la idealización entorno a lo que se supone es ser una “buena madre” es cada vez más dañina. Habla de la superwoman, que tiene que hacer todo para triunfar en el mercado laboral, hacerse cargo de la mayor cantidad de tareas posibles y, además, cuidar su cuerpo.
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