Katherine Subirana | El Comercio
Es contradictoria la sociedad peruana cuando de maternidad se habla. Mientras hay sectores que se oponen a la enseñanza de la educación sexual en las escuelas y el acceso universal a medios de planificación familiar, hay quienes apuestan por la educación sexual integral y el derecho de las mujeres por decidir ser madres o no. La maternidad como mandato social, desde luego, no es exclusivo de nuestro país, y así lo demuestran múltiples investigaciones realizadas en todo el mundo los últimos años, especialmente desde los estudios de género.
Lo que tampoco es exclusivo del Perú es la falta de empatía con la madre, una vez que la mujer se convierte en tal. La periodista e investigadora española Esther Vivas, en su libro Mamá desobediente (Gafas Moradas, 2021), grafica algunas de las situaciones más complejas a las que se enfrentan las madres en el mundo.
“Las mujeres debemos de ser supermamás y además superexitosas en el campo laboral, mientras hacemos dieta, practicamos yoga y tenemos un cuerpo perfecto. Así se entiende el éxito de las mujeres que son madres en este momento histórico. Es triste, porque la sociedad patriarcal ha logrado colarse en las demandas feministas para pretender controlar el comportamiento de las madres, esta vez en nombre de su independencia y su desarrollo personal”, explica en una conversación que sostenemos por Zoom.
La soledad materna
Esther Vivas apuesta con acierto por problematizar la maternidad y hacer visibles las situaciones complejas, dolorosas y erróneamente normalizadas a lo largo de la historia. Podemos identificar las exigencias sociales a propósito de la maternidad en diferentes etapas de la vida de la mujer, pero centrémonos en dos, que afectan directamente a la mujer ya embarazada: la violencia obstétrica y la ausencia de un tejido social que sostenga la maternidad.
La violencia obstétrica, explica Esther Vivas, se refiere a determinadas actitudes y procedimientos ejecutados por el personal sanitario durante el embarazo, parto y posparto y que pueden dejar secuelas físicas y psicológicas en las madres. “Estas etapas son tratadas como patologías y la embarazada es vista como una persona enferma”, añade. Esta violencia se traduce en la aplicación de procedimientos invasivos a la parturienta como el uso de fórceps didácticos o la realización de cesáreas innecesarias. Este concepto no es reciente. Dice Vivas que apareció en la Inglaterra del siglo XIX en los escritos del doctor James Blundell, que detallaba que hemorragias, desgarros e inversiones de útero eran las consecuencias de la violencia obstétrica que podía culminar incluso con la muerte de la madre. Dos siglos después, la situación sigue afectando a miles de mujeres, sobre todo a las de escasos recursos.
El otro tema que elegimos, es el abandono social de la madre, tan cotidiano que pasa desapercibido en sociedades como la nuestra. Por ejemplo, ¿qué debe de hacer una madre que pretende estudiar o trabajar sin dejar de ‘maternar’? Esther Vivas pone de ejemplo los cortísimos plazos de permiso posparto, pero también podemos mencionar la ausencia de guarderías o de facilidades para que las madres puedan dar de lactar, entre otras.
De los problemas de la maternidad no se habla lo suficiente. Ni siquiera en el movimiento feminista. “Las feministas de la segunda ola empezaron a problematizar la maternidad, pero se crearon facciones. Es decir, algunas simplemente renunciaban a la idea de ser madres porque el sistema no les ofrecía una oportunidad para desarrollarse. Hoy, en esta nueva ola feminista que estamos viviendo, tampoco se habla lo suficiente de la maternidad y su problematización. Sí se puede ser feminista y ser madre”, dice Esther Vivas. Finalmente, madre siempre es la que lucha.
Libro | Mamá desobediente
Editorial Gafas Moradas, 2021
En este libro, la periodista e investigadora Esther Vivas habla de temas como la infertilidad, el embarazo, la pérdida gestacional, el parto, la violencia obstétrica, etc. Lo hace a través del ensayo, la literatura y su experiencia personal.
En librerías a S/.70