Una reseña del libro ‘Del campo al plato’
Sílvia Torralba | Canal Solidario
¿Por cuántas manos pasa una verdura desde que sale del campo hasta que llega al campo? Agricultores de toda España se movilizan estos días para pedir precios más justos. Su situación la comparten pequeños agricultores de todo el mundo.
Por una caja de calabacines, a un pequeño agricultor del Maresme catalán le pagan un euro. A miles de kilómetros, los problemas de otro pequeño agricultor haitiano son muy parecidos: no consigue vender el arroz que cultiva a su vecino porque el arroz que llega de Estados Unidos es mucho más barato.
La historia del agricultor del Maresme y de otros agricultores catalanes y del resto de España está estos días en los medios después de que, en ciudades como Tarragona y Girona, hayan salido a la calle para pedir precios justos en el campo y la ciudad. Respaldados por Unió de Pagesos, denuncian los bajos precios que la agroindustria y las empresas de distribución les imponen y advierten que el 56% de la distribución está en manos de cuatro grupos empresariales que imponen sus condiciones y ponen en peligro la agricultura tradicional.
Las protestas no son aisladas ni algo inesperado. El año pasado miles de ganaderos se manifestaron en Madrid convocados por la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), y lo mismo hicieron los pescadores.
“En los diez últimos años, en el Estado español han desaparecido casi diez explotaciones agrarias al día y la población campesina activa se ha reducido al 5,6% del total, siendo mayoritariamente gente mayor. Con estas cifras, en los próximos quince años, el Estado español tendrá que importar el 80% de los alimentos necesarios para alimentar su población.” Estas cifras las da la fundación Terra y se recogen en Del campo al plato, libro que se acaba de publicar y que analiza los circuitos de producción y de distribución de los alimentos y da voz a campesinos de países del sur.
Del campo a la crisis alimentaria
Los responsables de Del campo al plato son Xavier Montagut y Esther Vivas, especializados en soberanía alimentaria y consumo responsable. Y su premisa es clara: la alimentación no es hoy un derecho garantizado.
Una de las causas principales es que el sector agroalimentario “determina qué consumimos, a qué precio, de quién procede y cómo ha sido elaborado” un producto; además, cuenta con el apoyo de instituciones internacionales y gobiernos, lo que va en detrimento de las necesidades alimentarias de las personas, advierten.
Prueba de ello es que en la actualidad, el número de personas que pasan hambre en el mundo ha subido hasta los 925 millones, según la FAO. Y ello a pesar de que “nunca en la historia se habían producido tantos alimentos como ahora”, lo que significa que “el problema no está en la producción de comida sino en el acceso a la misma”, recuerdan en Del campo al plato.
Para darle la vuelta a esta situación son necesarias políticas agrarias que protejan el comercio agrícola local y la seguridad alimentaria, advierten Xavier Montagut y Esther Vivas, que coinciden con las peticiones de los agricultores catalanes que se manifiestan estos días.
Como explica en Del campo al plato la investigadora Dot Keet, del Centro de Información Alternativa y Desarrollo, se trata de modificar las políticas actuales para evitar situaciones como la siguiente: “Europa nos dice: ‘Tú debe producir flores exóticas, las exportas a Europa, donde conseguirás buenos precios, y así puedes comprar comida europea’. ¿Qué significa esto? Que estamos perdiendo nuestra producción de alimentos, estamos produciendo flores en lugar de alimentos. ¿Importar comida?! ¿Y éste es un continente agrícola?”.
