Laura L. Ruiz | El Asombrario
La periodista y activista por la soberanía alimentaria Esther Vivas publica ‘Máma desobediente’ (Capitan Swing), un ejercicio para ver “el corsé que nos impone el capitalismo y el patriarcado para criar” y para aupar una maternidad feminista.
En su interior, muchos contenidos: desde cómo la clase y la etnia condicionan el embarazo y parto, a la violencia obstétrica por parte de los sanitarios, pasando por las diferentes posturas en el movimiento feminista o la crianza de apego. “La Segunda Ola del Feminismo se relevó legítimamente contra esa maternidad impuesta, pero acabó dando la espalda al hecho de ser madre”, asegura Esther Vivas, que propone que de una vez por todas sea el mercado de trabajo quien se amolde a la crianza y no al revés.
Maternidad: un tema peliagudo en algunos escenarios del feminismo. ¿Cuál era el objetivo de este libro?
Por un lado, quería visibilizar cuestiones que tienen que ver con la maternidad y que están silenciadas, como la infertilidad, el parto o el duelo perinatal. Por otro, reflexionar sobre cómo se ha mirado desde el feminismo la maternidad y cómo se puede reivindicar desde el punto de vista feminista.
No se trata solo de un libro basado en la experiencia personal, sino que has hecho un análisis profundo.
El libro reflexiona sobre las maternidades desde un punto de vista político, social, económico e histórico. Aporto datos para sostener las tesis que yo defiendo en cada una de estas cuestiones. Por ejemplo, cuando hablamos de las familias monoparentales deberíamos hablar de monomarentales, ya que el 83% de las familias que crían en solitario son mujeres, o que España está a la cabeza junto a Irlanda en partos instrumentales o está por encima de la media que recomienda la OMS en episiotomías innecesarias.
Hablas de maternidades, en plural.
Sí, a lo largo de la historia se ha puesto como modelo el de la madre abnegada y sacrificada sin vida propia. Ese ideal patriarcal se ha puesto hoy día en contraste con la maternidad neoliberal, de la supermadre que tiene que trabajar, cuidar y llegar a todo. En ninguna de ellas se tienen en cuenta las necesidades de las madres y siempre están condicionadas por las circunstancias sociales y económicas. Es una paradoja que podamos llegar a vivir distintas maternidades pero en la realidad hay muy poca libertad para vivir la maternidad que elegimos. Es algo que reivindica este libro.
Maternidad patriarcal, neoliberal…, ¿qué etiqueta le ponemos a tu maternidad?
Sería una maternidad feminista, desobediente, insumisa y rebelde. Vimos como en los años 70 la Segunda Ola del Feminismo se relevó legítimamente contra esa maternidad impuesta, pero acabó dando la espalda al hecho de ser madre. En ese momento aparecieron voces que querían ver sus maternidades con otros ojos, como la de Adrienne Rich, y con la nueva generación de mujeres también está pasando. Tienen menos prejuicios, otro contexto con más igualdad y planteamos que puede haber otra experiencia materna.
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