Andrea Albertano | Viva Clarín
Esther Vivas es una escritora de Barcelona que, tras publicar su manifiesto ‘Mamá desobediente’, se convirtió en un ícono de la maternidad feminista.
De chica supo recorrer el Mercat de Sabadell en Barcelona, donde sus padres tenían un puesto, y leer los libros que sacaba de la biblioteca del barrio. Observar y querer aprender sobre la realidad fue el germen que la llevó a estudiar Periodismo, primero, y Sociología, después, para interpretar lo que pasa en el mundo.
Esther Vivas, de ella hablamos, se especializó en conocer qué pasaba en los movimientos sociales, sobre todo aquellos vinculados con las mujeres y la alimentación. La soberanía alimentaria y la crisis, que traía de la mano el cambio climático y el modelo agrícola y alimentario, la desvelaron mucho tiempo hasta que hubo un episodio que marcó una bisagra en su peregrinar: ser mamá.
“El libro ‘Mamá desobediente’ surge de la inquietud una vez que me quedo embarazada y constato toda la discriminación que sufren las madres, y la violencia que se da en la atención al parto y el silencio que había sobre ese tema en los espacios en los que he estado”, cuenta Esther a Viva en un bar de Colegiales, donde se desarrolla la entrevista.
Del libro que vino a presentar a Buenos Aires, lleva 26.000 ejemplares vendidos en España, Argentina, Chile, Colombia, Uruguay, Bolivia, México, Puerto Rico, Brasil y Perú, y muy pronto también en los Estados Unidos. Esther asegura que esta obra es consecuencia de lo que vivió en carne propia. “Sentí que la maternidad era una gran ausente en los movimientos sociales que pretenden un cambio de paradigma. Fui trabajando e investigando sobre el impacto de la crisis climática en la maternidad y esto lo constaté en primera persona: tardé cuatro años en lograr un embarazo por problemas de fertilidad, míos y de mi pareja, y tuve que recurrir a la fertilización in vitro”, recuerda.
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