La maternidad es un asunto público

Una reseña del libro ‘Mamá desobediente’

Michelle Roche Rodríguez | Colofón

¿Tener hijos o no tenerlos? ¿Parir en el hospital o en casa? ¿Dar de mamar o apelar a la fórmula? Mamá desobediente: una mirada feminista a la maternidad es un ejercicio de politización de la cualidad de ser madre abordado a partir de tres líneas de análisis: los mitos asociados a tener hijos, el parto y la lactancia materna. Utilizo aquí la palabra “politización” en el sentido más literal posible, es decir: dar orientación política a asuntos que, generalmente, no los tienen. Y es que la maternidad ha sido asumida siempre como un asunto privado, familiar o del hogar, cuando es, en verdad, de interés público y debe abordarse desde lo íntimo y desde lo social. Ahora que el feminismo ha acabado con la maternidad como destino, Esther Vivas se propone con este extenso y bien documentado libro que publica Capitán Swing empoderar a las mujeres para que decidan cómo les gustaría vivir esa experiencia.

En la primera parte, la autora, que es periodista y socióloga, se refiere a las incertidumbres de las mujeres cuando quieren tener hijos, desde las mitologías asociadas a la maternidad, como los modelos de mujer que enfrentan a Eva, la primera madre de la humanidad, con la Virgen María, la casta madre de Dios hasta polémicas actuales, como el tabú de la depresión postparto o la gestación subrogada, la cual no es una técnica reproductiva sino una apropiación con fines mercantiles del proceso biológico de la maternidad. Vivas se refiere a esto a raíz de una propuesta de ley presentada al Congreso de Diputados de España por el partido Ciudadanos, en junio de 2017, para autorizar esa práctica: “más que responder a una demanda real generalizada, buscaba satisfacer los intereses del negocio creciente de la reproducción asistida”.

Es en la segunda parte, la dedicada al parto, en donde las posiciones de Vivas son más iluminadoras, cuando se pregunta de qué manera ese proceso se ha visto afectado por la perspectiva androcéntrica con que la medicina aborda la salud de las mujeres. Llama pacto tecnocrático a la hegemonía médica que se ha impuesto sobre lo que debería ser uno de los procesos más naturales del mundo y que durante la mayor parte de la historia estuvo en manos de comadronas. “La medicina moderna siempre ha visto el parto como una patología”, reflexiona Vivas. El problema para ella no es la intervención del médico, sino que hoy, por rutina y sin necesidad la mayoría de las veces, se practican procedimientos previstos para las excepciones, como el corte para ampliar la apertura vaginal, la administración de la anestesia o la separación del niño de la madre en cuanto nace. “Lo deseable sería un seguimiento médico de la gestación que fuese respetuoso con la mujer, no patologizador ni paternalista, con una concepción empoderadora de la experiencia corporal del embarazo”, concluye la autora.

“El parto tecnocrático se consolidó a lo largo del siglo XX, concibiendo a la embarazada como una paciente, un sujeto vulnerable, cuya opinión no contaba y el feto como un ser atrapado en el cuerpo femenino”

La última parte del libro está dedicada a la lactancia materna, de la cual, según Vivas, también se han apropiado los hombres. Esto ha ocurrido a través de la sustitución de la leche materna por la fórmula que viene operándose desde finales del siglo XIX y que se trata del “mayor ensayo al que ha sido sometida una especie animal, al cambiar la alimentación original de los recién nacidos por una leche modificada de una especie distinta”. La disyuntiva sobre si dar pecho o no es (y será) uno de los temas más controvertidos de la maternidad porque ni siquiera las feministas se han puesto de acuerdo sobre qué posición tomar frente a esto: hay quienes ven en lactancia una forma de esclavizar a las madres porque las encierra en el hogar y quienes ven ventajas para la madre y para el bebé, aquí se ubica Vivas, por cierto, aunque comprende que cada experiencia es un mundo. De hecho, evita juzgar a las madres que no dan pecho. “Lo que tenemos que preguntarnos es: ¿por qué una práctica tan beneficiosa para el bebé y la mamá es tan difícil de llevar acabo?, ¿qué cambios hay que hacer en nuestra sociedad para que dar teta pueda realizarse sin mayores sacrificios?”.

Las preguntas que plantea Vivas, no solo en el caso de la lactancia, sino en todos los temas que analiza son lo que convierten a Mamá desobediente, en un libro fundamental no solamente para aquellas mujeres que tengan hijos o planeen tenerlos, sino para cualquier mujer u hombre, interesada o interesado en comprender las aristas culturales, económicas y políticas que entraña el fenómeno más natural de la humanidad, el inicio de la vida.

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